viernes, 19 de agosto de 2016

LIVING LA DOLCE VITA
(o cómo no morir de éxito)


Lo que más me ha gustado siempre de París ha sido (y sigue siendo) caminar sin rumbo fijo y perderme por sus calles, por sus barrios.No sé si tiene que ver con el hecho de ser la ciudad elegida para nacer .
Pasear de esta forma,sigue siendo una costumbre que me llena de excitación cada vez que la practico .Esto alimenta mi eterna curiosidad por seguir descubriendo rincones y escenas que siempre me fascinan de esta ciudad.
Siempre pienso: “Algún día perderé el interés por estos largos paseos “,pero curiosamente ,París es una de esas  ciudades en la que nunca tengo el tiempo suficiente para “acabarla” ,como si fuera un enorme pastel de chocolate donde siempre dejo un trozo para otro momento.
En estas caminatas por la ciudad de la luz ,Marie Jo,añadìa ,si cabe ,más color a las escenas que yo vivia .Ella trabajaba como profesora de Diseño de Moda en una escuela de Montparnasse .Sofisticada , muy parisina ,siempre con vestidos hipecortos, de vértigo ,firmados por el diseñador Azzedine Alaia , y siempre a punto de provocar un accidente de tráfico cuando cruzaba los semáforos con su larga melena negra negrisima y su aspecto mestizo ,casi árabe 
Aquel invierno, coincidía también en la ciudad Georgi,perteneciente a la familia real búlgara que vivia normalmente en Nueva York desde la abolición de la monarquía y que durante el pasado verano , yo había conocido en Ibiza junto a su prima .
Formaban la pareja perfecta (aparentemente) , pudiendo esconder así las inclinaciones sexuales del aristócrata, siempre en busca del “boytoy” idóneo para amenizar las actividades en su agenda real.
Durante el tiempo que intentó que yo fuera su chico de juguete ,se creó entre nosotros una amistad . Aunque no duró mucho,la verdad,debido a su insistencia en “comprarme” (en un momento dado me ofreció poner a mi nombre un loft en la Gran Manzana ) .De todas formas ,he de decir, que compartimos momentos muy divertidos y de gran exceso ,como un fin de semana en Austria ,en su castillo, asistiendo al Festival de Opera de Salzburgo, donde coincidimos con una sesión magistral dirigida por Ernst Von Karajan .Allí aprendí a disfrutar de la obra de Wagner con un primer “Tannhauser” intenso y profundisimo,muy pero que muy profundo.
Pues bien,junto a Marie Jo, disponiamos de un enorme Rolls-Royce -con chofer incluido-que Georgi nos había cedído para nuestros aventuras parisinas.
Yo acababa de dejar una Barcelona que aún sonaba a “Dolce Vita” desde el número uno de los 40 principales de la Cadena Ser ,y rechazado una nueva producción ( “Running Away”) desde la discográfica que me había llevado al éxito : Max Music ,
En Paris ,había contactado con la Warner Bros Records y me preparaba a conquistar el mercado norteamericano.Fué a través de Patrice Calmettes,(fotografo de Vogue,RRPP de Le Palace y con una vida sentimental digna de una pelicula de Hollywood).
Un gran amigo , y una persona fundamental en aquel momento de mi carrera artística y de mi vida. También nos habiamos conocido en la isla blanca el verano anterior,y gracias a él tuve la suerte de poder asistir en Ibiza al cumpleaños de Freddie Mercury y conversar con Divine,gran inspiración para mis siguientes producciones discográficas .
Ese invierno, una vez instalado en la capital francesa ,tambien hizo de “cicerone “ de lujo para mi ,introduciendome en el selecto circulo de Les Bains Douches,la familia Rotschild,etc.
Cenas con Iman ,la entonces top model y futura mujer de David Bowie,noches junto a Duran-Duran ,Prince y una larga lista de celebrities.
Precisamente en Le Palace,conocí al que luego fuera mi pareja ,Alberto Lupo,asociado de la importante y polémica agencia inmobiliaria francesa que dirigía Pascal Jeandet.De ese momento recuerdo los fines de semana en la Costa Azul en la mansión que poseía en Cannes con más de 26 habitaciones que había pertenecido a un jeque árabe y los caprichos que tenía Pascal ,como de repente una tarde de aburrimiento ,coger el avión y marcharnos a merendar al Hotel Ritz en Madrid!
Todo esto viene a cuento de mi relación con el ÉXITO.En realidad me lo merecía?Hasta que punto podía ser esta manera de vivir “superficial y vulgar” como canta Alaska? Era lo que realmente quería en mi dia a dia?
Un tanto tortuosa siempre ha sido mi relación con el saber recibir lo que me ofrece la vida.Como por ejemplo ,cuando Alberto organizó para mi cumpleaños una cena muy especial en un restaurante parisino que era propiedad de una aristocráta rusa,y en la que el diseñador Kenzo entre otras personalidades de la vida social mas chic compartieron conmigo.No entendí el gesto y por el contrario pasé una velada incómodo y malhumorado por estar con personas que no conocía demasiado bien y que sentí que no tenian nada que ver mi mundo interior.Pero que era lo que realmente había dentro de mi?Quien quería ser en realidad Kristian Conde?

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